El sábado 9 de mayo de este venturoso 2009, salió el COA La Plata rumbo a City Bell, para entrar a un lugar que pocos conocían: las riberas del Arroyo Martín. LLegaron temprano y estacionaron autos en la casa de Rafael, nuestro guía y anfitrión, creador de duendes y gran compañero de salidas. Yo llegue más tarde, y caminando por la calle 458 con un ojo en las aves y otro en los perros del vecindario, que me ladraron desde el Centenario hasta las vías, me imaginé entrando en una aventura. Escalé el terraplén y crucé viendo el hermoso panorama.
Desde allí, con los prismaticos ví al grupo ya adelantado, y me acerqué a paso vivo, con el resultado de provocar el vuelo de un carau, una bandada de patos, dos garzas y otros volátiles que después me agradecieron, porque los vieron volando por allá al fondo.
Ya junto al grupo y tras los saludos a mis queridos amigos, que no veía hace tanto tiempo, nos encaminamos en fila india ( o mas o menos) por la márgen derecha del arroyo, esquivando pozos , espinas de tala, abrojos, alambres de púa y otros obstáculos que convierten a este lugar en una reserva natural y esperemos siga así.
A partir de allí comenzamos a ver como se ensancha el arroyo en una especie de delta con islitas varias llenas de biguás, patos cucharas, patos colorados, de collar, maiceros, zambullidores y otros más que no recuerdo, que prestamente identificaban Jose Luis ,Rafael, Mariel , Walter y los demás, entre los que no me cuento.
Eso sí, al macá grande lo identifiqué de entrada, pero al pitotoy que estaba entre dos garzas blancas (chica y grande) lo ví gracias a la ayuda de Mariel. Ella, en una espontánea interpretación regaló nuestros oidos con el canto del ave ("Tiu-tiu")
Entre nuestras experiencias tuvimos varios encuentros cercanos con los amables vacunos que estaban haciendo siesta, rodeados de chajáes, milano, carpintero y algún benteveo halconeando para nuestro deleite. La marcha continuó por la otra márgen del arroyo y allí vimos en una laguna separada, unos cuántos coscorobas con su elegancia habitual.
Cito de memoria halconcitos colorados, gavilán mixto, varillero ala amarilla, piojito gris, entre otros.
Yo estaba ya convencido de haber estado en uno de los mejores lugares para observar aves cercanos a La Plata y para recomendar a los amigos. Salvo el encuentro fugaz con un señor munido de escopeta doble caño, con cara de pocos amigos, acompañado de asistente con gomera, que no dejaron bajas visibles.
La salida transcurrió apacible, con fotos de aves, mariposas y plantas varias y algunas del grupo que Rafael, seguro publicará.
Bajando el terraplén de las vías encontramos una culebra y cual chicos entusiastas jugamos con ella un rato.
Todos regresamos a casa de Rafael y allí se juntaron para un pizza party, pero yo me fuí antes por compromisos, y el relato vendrá por otros carriles. Un abrazo.
Comentarista: Jorge Alvarez
Fotos: Rafael Gonzalez
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